martes, 16 de agosto de 2016

Protestas sociales en distintos frentes

Ago-09-16 
por Rosendo Fraga





El aumento de tarifas se ha transformado en un problema político relevante para la Administración Macri. En la primera semana de agosto, una jueza federal de San Martín dispuso suspender el aumento en todo el ámbito nacional. Tras algunas dilaciones, el gobierno optó por recurrir a la Suprema Corte, para que ésta tome una decisión definitiva, ordenando los fallos contradictorios que hay en primera y segunda instancia en distintos lugares del país. Pero el máximo tribunal, buscando mostrar independencia y al mismo tiempo evaluar políticamente el conflicto, se tomará varias semanas para definir su posición, mientras da espacio para que se busque una solución política entre el Ejecutivo y el Legislativo. El gobierno es así consciente de que antes de fin de mes no tendrá definición y que ella incluso puede demorarse hasta setiembre. Esto plantea la necesidad de volver a facturar sin el aumento, dado que en caso contrario las empresas de luz y electricidad de la región metropolitana, al no tener ingresos, tendrán problemas para pagar sus salarios, como ya lo han dicho los gremios del sector. La prolongación del conflicto genera dudas en los inversores acerca de la capacidad del gobierno para avanzar en las reformas necesarias. Al mismo tiempo, el 4 de agosto tuvo lugar un nuevo "ruidazo" denominación que se ha dado a las protestas contra el aumento de tarifas. Tuvo más alcance que la primera, que tuvo lugar el 14 de julio. Se concentraron vecinos y militantes de partidos y organizaciones comunitarias en media docena de lugares de la Ciudad de Buenos Aires, una docena de puntos en el conurbano y en Mar del Plata en la provincia de Buenos Aires y en ciudades de diez provincias. 

El mismo día, tuvo lugar el fracasado intento de detener a Hebe de Bonafini por parte del juez Martínez de Georgi que la investiga por casos de corrupción en su Fundación. Tras dos negativas de ella a presentarse a declarar, desobedeciendo órdenes judiciales, el juez optó por disponer su detención para llevarla a prestar declaración indagatoria y después liberarla. Pero se intentó detenerla cuando participaba en la manifestación semanal de las Madres de Plaza de Mayo y los centenares de militantes que la acompañaron la rodearon impidiendo su detención, mientras que a través de las redes sociales el Kirchnerismo se movilizó hacia el lugar, reuniendo varios miles de personas. Se hicieron presentes figuras conspicuas de esta corriente política, como Zannini, Parrilli, Larroque y Boudou. Cristina públicamente la respaldó, acusando al gobierno de Macri de perseguir por razones políticas, aprovechando para defender su posición, amenazada por diversas denuncias de corrupción y la reapertura de la denuncia de Nisman. El Kirchnerismo, que había perdido capacidad de movilización, encontró en el caso Bonafini un factor de convocatoria. El juez la interrogará ahora en la sede de su fundación y ella lo recibiría, pero negándose a declarar. El hecho plantea la posibilidad que en el futuro, la izquierda y el Kirchnerismo intenten utilizar la misma metodología frente a causas judiciales que los amenacen.   

Al día siguiente, fue el plenario de secretarios generales de la CGT unificada, que emitió un documento duro frente al gobierno, pero sin convocar a un paro general que implicaría una ruptura con el gobierno. El acuerdo respecto a la devolución de los 29.000 millones de pesos retenidos por el Kirchnerismo, limita por ahora los alcances de la protesta sindical. Las tres centrales acordaron designar un triunvirato, el que debe ser ratificado por el Congreso de la central obrera que se reunirá el 22 de agosto. Schmid (Dragado y Balizamiento), representa a la central de Moyano en la nueva conducción, Daer (Sanidad) a la de Caló y Acuña (Estaciones de Servicio) a la de Barrionuevo, quien sostiene que el sindicalismo peronista se alineará con Massa. Participaron de este plenario cerca de 150 secretarios generales de gremios. Pero en forma paralela, se reunieron otros 47 alrededor de Venegas (rurales), quien es el dirigente sindical hoy más cercano a Macri, rechazando al triunvirato y amenazando con realizar un congreso paralelo. Es una minoría, pero que puede afectar la imagen de la unidad sindical que se ha logrado. El 9 de agosto, las dos centrales sindicales combativas convergen en un paro estatal nacional, el que tiene lugar cuando los docentes -que la semana pasada estuvieron en huelga en media docena de provincias- reclaman reabrir paritarias, frente al aumento de la inflación. Para el sindicalismo, los salarios han sido superados por la inflación. Sostiene que el 10% de menores ingresos ha tenido una inflación anual del 52% y el 10% de mayores ingresos la ha tenido del 42%, exactamente la inflación de los últimos doce meses. El 80% que esta entre ambos extremos la tuvo del 46%. Una fundación empresaria (FIEL), sostiene que el aumento de la canasta básica que determina el nivel de pobreza, se incrementó más de 47% en el último año.  

Finalmente el domingo 7 de agosto, día de San Cayetano "patrón del trabajo", movimientos sociales marcharon desde la Basílica de este nombre en Liniers, hasta la Plaza de Mayo, reclamando por el desempleo. En su homilía, el Arzobispo de Buenos Aires Monseñor Poli pidió por los desempleados, días después que el Papa Francisco hiciera pública su preocupación por la falta de trabajo en la Argentina. Dos días después, un estudio de la UN, daba cuenta que Argentina tiene el desempleo juvenil más alto de América Latina, ubicándose en 19,4%. Participaron de la movilización la Central de Trabajadores de la Economía Precarizada (CTEP), que intenta representar a los que trabajan en la informalidad, cuyos dirigentes tienen buena relación con el Papa; el Movimiento Barrios en Pie, que responde al Movimiento Libres del Sur; la Corriente Clasista y Combativa  (CCC) de origen maoísta y el Movimiento Evita, de extracción kirchnerista. Dirigentes de varias centrales sindicales -peronistas y no-peronistas- apoyaron esta marcha y se sumaron algunos kirchneristas. Frente al desempleo, el gobierno intenta avanzar en el Congreso con proyectos de ley para fomentar el "primer empleo" y ha decidido no prorrogar el acuerdo con las entidades empresarias para suspender despidos durante 90 días, tras el veto de la llamada "ley antidespidos" que fuera sancionada por el Congreso en mayo.
En conclusión: el conflicto por el aumento de tarifas, que generó una nueva protesta en los centros urbanos y que está ahora pendiente de una decisión de la Corte, genera dudas para las demoradas decisiones de inversión; el fracaso de la detención de Hebe de Bonafini que el gobierno respaldó, aunque ella tiene mala imagen en la opinión pública, permitió a la militancia K cierta recuperación en la calle; la unidad sindical peronista se ha dado con un duro documento respecto al gobierno de Macri, pero sin convocar a un paro general, lo que no impedirá conflictos por las paritarias; la marcha de los movimientos sociales pidiendo por el empleo revela el deterioro del mismo en quienes trabajan en la economía informal, que lo sufren más que los formales representados por los sindicatos y todo esto que ha tenido lugar en la primera semana de agosto confirma que el mes registrará un nivel de protesta social más alto, mientras se demora la recuperación de la economía. 


http://www.nuevamayoria.com/index.php?option=com_content&task=view&id=5175&Itemid=39 

sábado, 13 de agosto de 2016

Porque siempre defenderé a la C. C. S. S.

Parte Primera


31 de julio 2013, eran las 9 de la mañana. 
Un examen programado, de los que los médicos de la Caja Costarricense del Seguro Social solicitan a sus pacientes, un Ecocardiograma Doppler transesofágico (ETE). El doctor Lindberg Mora, joven médico que se especializó en Cardiología, se encarga de realizar el examen que meses atrás había programado. Ese día comienza el último acto de esta historia, que relataremos con el fin de que los costarricenses valoren las bondades de una institución, que durante tantos años le ha brindado a cada uno de los ciudadanos costarricenses el mejor de los servicios posibles, a pesar de las constantes quejas que en su contra se levantan. Pero eso ya lo veremos.
Marzo de 1950, llego a formar parte de las familias Martínez y Ulloa, llevando una infancia feliz, de grandes recuerdos, allá en la rivera del Torres, donde íbamos a cazar mariposas de múltiples colores y tamaños, las banderas, las cocineras ( que con los años nos dimos cuenta de que formaban parte de la historia americana, llamándoles mariposas monarca ), las amarillas, las celestes, todas eran parte de nuestra colección, que con orgullo llevábamos a la escuela. La vida nos fue llevando a la adolescencia, interesando nuestras vidas por los deportes, personalmente escogí la natación, donde en los años sesenta logre competir y ganar alguna medallas de los tres primeros lugares, en el Liceo de Costa Rica, muchos de los muchachos, deseaban nadar como lo hacíamos un grupo que superó a otros centros de enseñanza en las competencias inter-colegiales, entre muchos, Edgar Morales, mariposista estilista, los hermanos Bello, Luis Castro, todos ellos aportaban su esfuerzo para lograr grandes triunfos. Las medallas y trofeos fueron quedando en el olvido, guardados en algún lugar.....
Pasaron muchos años, llegué a mis 61 años de edad, luego de una serie de exámenes de
Clínica Marcial Rodríguez
todo tipo, gracias a la recomendación del Doctor Benavidez, medico general de la Clínica Marcial Rodríguez, se determina que tenía un problema con la hemoglobina, la cual los análisis indicaban que había llegado a 19.6 cuando el standard era 17.0, es decir que era sangre demasiado gruesa, el Doctor Carlos Rodríguez, hematólogo, que había recomienda los exámenes para el mes de Enero se pensiona, por lo que soy remitido al Hospital México. Diagnosis: policitemia
En marzo de 2012, llego al Hospital México, para contarle mi caso a la Doctora Claudia García, en Hematología, la cual una vez que terminé de relatar, me dice que me remitirá a hacer una serie de exámenes, que aparte de ser importantes para mi salud, determinarían las causas que provocan ese incremento de la hemoglobina, que ya iba llegando a 20.6. Exámenes de oftalmología, otorrinolaringología, neumatología, proctologia, examenes de urologia, un ecocardiograma.
Vale decir que todos los exámenes iban saliendo bien, a excepción del ecocardiograma, por lo que fui remitido de inmediato a cardiología, debido a que aparecieron unos aneurismas que precuparon bastante a los analistas. Al llegar a cardiología del Hospital Mexico, por protocolo de la CCSS, me dicen que debo ir al centro médico que me corresponde, en este caso el Hospital San Rafael de Alajuela. Ahí soy atendido por el Doctor Lindberg Mora, el cual ante la emergencia, me realiza un ecocardiograma para registrar en mi expediente médico dicho examen.
El doctor Mora, nos informa, ya que siempre iba acompañado de mi esposa Cecilia, que el problema que el observó con el examen es aparte de los dos aneurismas, que yo tenía un defecto congénito, en mi corazón. Que los efectos de ello aumentaban con la edad. Sin embargo, y debido a las dudas que quedaron se programó el ETE, para el mes de julio 2013. Mientras tanto, no alce nada pesado, evite el esfuerzo máximo, en otras palabras, descanse lo más que pueda......me reía de ello, yo quedarme quieto, cuando hay mucho que hacer. Diagnosis.: Válvula bicúspide y dos aneurismas. Se encienden las luces de emergencia.

El 31 de julio del 2013, el resultado del examen ETE, es alarmante, hay un desgarro aórtico sumado a las afecciones anteriormente detectadas. Aquí sonaron todas las señales de emergencia, con todas las luces encendidas. De inmediato, el Doctor Mora, ordena mi internamiento, motivo de la presente historia. Ese mismo día quedé ingresado al Hospital San Rafael, en el cuarto piso, y en espera del resultado de las gestiones que se hacían para trasladarme al Hospital México.
Esa noche, primera pregunta que me hacen: toma usted algún medicamento ?. Mi respuesta, era muy sencilla, no tengo presión alta, no tengo diabetes, no tengo enfermedades crónicas, nada más que lo que el Doctor Mora informa.
Hospital San Rafael
Conocí a los compañeros pacientes, de diversas dolencias tratados, pero que en pocos días hacíamos gran amistad, haciendo amena nuestra permanencia en el nosocomio, incluso recuerdo a uno de los empleados de enfermería, que se convirtió en el amigo más fiel, pues era el que asistía al sacerdote, y cantaba la misa, la cual se daba en el tercer piso en una capillita lo más agradable. Había misa todos los días.
   El viernes 2 de Agosto, día de la Virgen de los Angeles, vimos el acto, por televisión, en el cual el gobierno de Laura Chinchilla, al igual que en los primeros años de nuestra independencia consagraba a la Virgen nuestro país. Un tal Ordoñez, de esos que juegan de intelectuales, olvidando lo que es la democracia, donde la mayoría es la que impone su escogencia, y en contra del pensar de una inmensa mayoría católica, critica la acción de doña Laura Chinchilla, contrario al pensar mayoritario. A él y muchos otros les digo si no creen, respeten a  los que si lo hacen. Y si son minoría, respeten el derecho de las mayorías. Eso es democracia.
   El domingo 4 de Agosto, soy trasladado al Hospital Mexico, septimo piso cama 420, lógicamente por el día de la semana que es, aparte de la visita familiar, lo único que nos queda es la T V, hasta la hora en que las enfermeras nos mandan a la cama, no sin antes no darle las medicinas a cada uno de los pacientes. Apenas me empiezo a acostumbrar, baños antes de las 7, desayuno, a las 9 merienda, a las 11 almuerzo, a las 3 cafecito y fruta, y a las 5 cena, opcional el atolito a las 7. Ese era el día normal en las salas de Cirugía de Torax del Hospital México, es la forma en que los internos viven en ese hotel de lujo, llamado Hospital México, orgullo de la Caja Costarricense del Seguro Social.
  Luego de las 7 de la mañana, vienen los médicos, algunos con sus alumnos, para realizar la visita médica, todos los días de lunes a viernes. En esa visita médica, el jefe de ellos hace las preguntas, leen el expediente, ordenan los exámenes, iniciando así el viaje a la sala de operaciones, donde se llega luego de que los resultados de esos análisis clínicos lo demanden así. Cuando estas internado, sobre todo con calificación roja, todo es prioridad, y eso permite que lo que normalmente se hace en muchos meses, pase a poco días.
Hospital Mexico
   
Buenos días, don Carlos.
Doctora Tatiana, en que puedo ser bueno.
Mañana le vamos a hacer el cateterismo, así que tiene que rasurarse, para que se lo hagan temprano.
   El tema del cateterismo se puso de moda, incluso indicando que la falta de este, es factor de muerte por fallas cardíacas, pero la realidad es otra pues la realización del cateterismo cardíaco conlleva un riesgo ligeramente más alto que otros exámenes del corazón; sin embargo, es muy seguro cuando lo realiza un equipo médico con experiencia. Aqui una pequeña pero útil información al repecto ( con el fin de evitar el uso de la información con fines desinformativos.... en otras palabras, tergiversaciones ):

El cateterismo.

Los riesgos abarcan los siguientes:
   Taponamiento cardíaco, ataque cardíaco lesión a una arteria coronaria, latidos cardíacos irregulares, Hipotensión arterial, reacción al medio de contraste, accidente cerebro-vascular.
Las posibles complicaciones de cualquier tipo de cateterismo abarcan las siguientes:
   Sangrado, infección y dolor en el sitio de inserción de la vía intravenosa o la vaina, daño a los vasos sanguíneos, coágulos de sangre, daño a los riñones debido al medio de contraste (más común en pacientes con diabetes o problemas renales).
   El cateterismo puede utilizarse como medio de diagnóstico, para localizar aneurismas con trombos o sin ellos en el interior, que representan un alto riesgo para el paciente si no es tratado adecuadamente, para visualizar las arterias coronarias, y si tienen o no obstrucción, medidas las presiones de válvulas cardíacas por delante y por detrás, así como detectar el reflujo sanguíneo a través de las mismas, entre otras muchas más cosas.
   El cateterismo en su uso terapéutico, se utiliza para la dilatación de una estenosis valvular, mediante la inserción de un globo inflable, para la angioplastía, en las arterias coronarias, la inserción de electrodos para el registro de la actividad eléctrica de forma mas precisa y detallada que el electrocardiograma. Todo ello debido a que pueden ser transportados dentro de los catéteres y aplicados en sus respectivos lugares.
Por ser un procedimiento mayor, el cateterismo toma su tiempo, y en la sala de hemodinámica y angioplastía, deben tener preparado un personal medico quirúrgico, preparado para actuar en caso de las complicaciones detalladas arriba.
Hay muchos pacientes, a los cuales se les hace la terapia indicada y no se dan cuenta de que ya terminó en tratamiento. Recuerdo un paciente de San Carlos, al cual se le puso un stent, y ni se entero de ello, hasta que le dijeron que le iban a dar de alta, y ante los reclamos que puso, vino una explicación de los médicos para que aceptara la realidad. Hay muchos pacientes que dicen que se lo hicieron, pero que en realidad no le examinaron nada.
   El estudio no requiere de preparación previa por parte del paciente salvo evitar la ingesta de líquidos y sólidos 8 horas antes. Debe realizarse un estudio previo al procedimiento (analítica de sangre con estudio de la coagulación y estudio cardíaco). Al paciente se le solicitará la firma de un consentimiento informado. Además debe evitar la toma de cierto tipo de medicación días previos al estudio como anticoagulantes, antiagregantes o viagra.
   Una de las salas mas frías, por clima, pero calientes por el personal, es precisamente la que esa fecha, el Doctor Diaz ocupaba.
Buenos días don Carlos.
Buenos días doctor. Aquí me tiene, listo para el examen.
   Le vamos a poner anestesia local, usted va a estar despierto. Tómelo con calma y todo saldrá bien.
   No se si la cama se movía o era el catéter entrando por la derecha, hacia la izquierda....que cuerpazo, no hay nada de tacos, sus venas están limpias, hizo ejercicio en su juventud, ...
Nadé en mi juventud, hice bastante ejercicio.
Pues ahí se ve, que se alimenta bien, no hay grasas, ... dijo el médico de un desgarro. Ahí vamos, va a sentir caliente hasta por el c... ( Un fuerte calor llega a mi interior, me lo imagino de color rojo, me pasa por todo el cuerpo....) Dilataciones, así lucen sus arterias dilatadas.... Enviare esto a su médico. aguántese un ratito y ya lo subimos.....

Apenas llego al almuerzo, toda la mañana abajo. Betty, la más agradable mujer encargada de la alimentación, me pregunta. Como le fue.... 
-.  Llego temprano, hay otros que duran más.
-. Es que no tenía ningún taco que impidiera el paso de los catéteres. Gracias por los alimentos, cada día me saben más ricos.
-. Es que abajo los cocinamos con todo nuestro amor, para cada uno de ustedes.
   Las enfermeras, los muchachos encargados de la limpieza, los doctores del séptimo piso, siempre están prestos a ayudar en cualquier situación. Ellos conforman un personal excelente, de los cuales los pacientes solo podemos sentir gratitud y darles nuestro apoyo en sus quehaceres diarios. Esa parte humana es lo que hace grande nuestra Caja Costarricense de Seguro Social, y por ello debemos defenderla a toda costa.
El sacerdote, que venía de la Iglesia de la Medalla Milagrosa, allá en Barrio México, conversamos sobre ello, y le decimos que nosotros vivimos en Santa Lucia y Barrio Juarez, que estuvimos en el kinder de la Juan Rafael Mora, y que pasábamos enfrente de la Iglesia todos los días de estudio. Nos invita a la misa de todos los días a la 9 a. m. en la capilla, esta mayor que la de la del San Rafael, iremos fue nuestra respuesta, pero cuando no haya exámenes. Estos últimos se incrementaron a uno diario, odontología, para evitar que una carie contamine el corazón con nefastas consecuencias, neumatología, antes de cualquier operación es necesario conocer tu capacidad pulmonar, tac´s más tac´s menos, ahí sigue análisis y exámenes para que el personal médico este plenamente seguro de que la operación sea necesaria, de que el resultado de la misma sea exitoso. Así fueron pasando los días, los Doctores Chacón Bolívar, Induni, Alvarado, Mendez, Tatiana, Felipe, Andrea, todos esos días pasaban revisando, resultados de los exámenes, ¡ vamos bien, pero aún faltan !, estamos programando su operación, pronto saldremos de esto.
    Llaman a mi esposa, una cita con psicóloga, la van a preparar en caso de.... 
   La psicóloga viene a mi y me habla de las posibilidades, luego tenemos una reunión con el jefe de cirujanos Doctor Méndez, el cual nos dice que las probabilidades son neutras, no se sabe como reaccionaria mi cuerpo en la sala.
   -. Doctor Méndez, si en esa operación muriese, lo haría con alegría pues estaré con Jesucristo, y si sobrevivo, lo haré con alegría, por que es el Señor Jesucristo el que guiará las manos de los cirujanos en esa sala. Me gusta su forma de pensar, me respondió.
   El 20 prepárese, rasurarse el pecho, tomarse el limpiador de intestinos.... purgante horrible y sobre todo ayuno desde las 7, sin atolito ese día. Cuando estoy iniciando, viene la noticia Don Carlos, su operación fue pasada para el 22, los compañeros de salón oramos todos los días por cada uno de nosotros, nos fortalecemos y ello nos permite enfrentar sin temor la operación. Miguelito Pizarro, me dice que vaya tranquilo, que todo saldrá bien. ... -Además don Carlos, usted es el que nos ha dado fortaleza a todos nosotros.  
El compartir con personas que están en las mismas circunstancias ayuda a aceptar la realidad de nuestras vidas, no somos ni seremos los únicos que estamos enfermos. Adelante hermanito Carlos, el Señor Jesucristo te acompañe. 
Entre a la sala de operación, Buenos días.
-. Buenos días don Carlos, le vamos a aplicar la anestesía, como está Doña Cecilia, mi profesora favorita..... hasta ahí recuerdo, lo que sigue luego de ello no lo sabre, hasta que retorne del sueño inducido por la anestesia. facebook.com/carlosroberto.martinezulloa

miércoles, 15 de junio de 2016

La diplomacia de la diáspora: una espada de doble filo


Miembros de la comunidad armenia en Estados Unidos se manifiestan frente al consulado de Turquía en Los Ángeles, California. (David McNew/Getty Images)

Cuando los expatriados o las comunidades nacionales residentes en el extranjero tienen intereses paralelos a la política exterior del país.
La diplomacia de la diáspora, es decir, el uso de los expatriados y las comunidades nacionales que viven en otros países para obtener unos objetivos diplomáticos concretos, es un fenómeno que viene de atrás pero que quizá se ha estudiado poco. Por ejemplo, los grupos de armenios en el extranjero son un elemento importante de la diplomacia de su país. No cabe duda de que los expatriados pueden formar grupos de presión muy importantes y tener acceso a los responsables políticos y relaciones con ellos más fácilmente que los diplomáticos.
Sin embargo, no todas las diásporas están dispuestas a ejercer esa función. Los que son exiliados de regímenes pasados o presentes, a veces, desconfían de las intenciones de las autoridades cuando estas les abordan en persona o a través de Internet, y hasta negarse a que el Gobierno los manipule para sus propios fines. Esa ha sido, en cierta medida, la experiencia de las embajadas chinas con sus residentes en el Sureste Asiático. No obstante, incluso cuando no existe ese problema y la diáspora está dispuesta a colaborar con la estrategia diplomática de su país, puede seguir siendo una espada de doble filo. Los expatriados no siempre hacen lo que se les dice o, cuando lo hacen, a veces van más allá de las intenciones o los límites de la política que su Gobierno está tratando de desarrollar. Uno de los motivos es que las comunidades que viven fuera no tienen que sufrir las consecuencias de sus propios actos. Voy a examinar la diplomacia de la diáspora en tres ámbitos en los que tengo cierta experiencia personal: la relación de los estadounidenses de origen irlandés con el problema de Irlanda del Norte, el papel de la comunidad vasca expatriada en la búsqueda del reconocimiento del País Vasco y la labor de la diáspora armenia a la hora de apoyar a la República de Armenia y lograr que se reconozca el genocidio de su país.    
La comunidad estadounidense de origen irlandés tuvo (y sigue teniendo) una importante influencia en los acontecimientos de Irlanda del Norte y de Irlanda propiamente dicha. Los esfuerzos de los más extremistas para recaudar dinero y suministrar armas fueron un recurso logístico fundamental para el IRA provisional. Incluso los grupos más moderados eran capaces de crear problemas a los Gobiernos de Reino Unido y la República de Irlanda. Un ejemplo es la ley McBride, cuyo propósito era prohibir a las empresas estadounidenses que invirtieran en cualquier compañía norirlandesa que no diera trabajo al menos a un 50% de católicos. Dado que, por aquel entonces, en Irlanda del Norte había más protestantes, la norma habría impedido a los norteamericanos invertir en la mayoría de las empresas. El Gobierno británico y el irlandés se oponían a la ley porque pensaban que no iba a servir más que para causar más problemas en la provincia, con el correspondiente deterioro de la seguridad. Las presiones de los dos gobiernos consiguieron evitar que el Congreso de Estados Unidos aprobara la ley, pero sí la aprobaron varios estados y ciudades. Como consecuencia, ninguna empresa estadounidense que quisiera obtener contratos con esos estados y ciudades podía hacer negocios en Irlanda del Norte. Este es un ejemplo de un problema habitual entre las diásporas: más que en el presente, viven en una versión idealizada del pasado. Para los norteamericanos de origen irlandés, los problemas de Irlanda del Norte eran una plasmación de la lucha contra los ingleses y el deseo de vengarse de la hambruna, cuando, en realidad, se trataba de una brutal campaña terrorista cuyas víctimas eran, en su mayoría, irlandeses. Dicho esto, hay que reconocer que a partir del 11S la comunidad de origen irlandés contribuyó de forma importante a convencer al IRA provisional de que abandonara la violencia (tal vez porque, por fin, comprendieron lo que significaba).
El País Vasco es un ejemplo interesante de cómo una diáspora puede representar a un Estado que todavía no está reconocido. El Partido Nacionalista Vasco no oculta que aspira a crear un Estado independiente. Sin embargo, a diferencia de los catalanes, no ha caído en un enfrentamiento directo con el Gobierno español. La comunidad vasca en el extranjero tiene su origen, en parte, en la emigración del siglo XIX, sobre todo a América Latina, y en parte en los que huyeron de la represión del régimen de Franco al terminar la Guerra Civil. El grupo más reciente, por tanto, está más politizado. Desde el restablecimiento de la democracia en 1976 y la formación de un gobierno autónomo vasco, este ha utilizado repetidamente a los vascos expatriados para exponer sus argumentos en el extranjero. Los que viven sobre todo en Latinoamérica pero también en algunos estados de Estados Unidos han ejercido enormes presiones para obtener el reconocimiento del País Vasco y para que los principales personajes políticos reciban a los presidentes de su gobierno (lehendakaris). Han tenido bastante éxito. Varios países latinoamericanos y otros tantos estados norteamericanos han recibido a los sucesivos presidentes del gobierno vasco con categoría de jefe de Estado. Otros, ante las presiones del Gobierno español, no han recibido más que a cargos intermedios. En cualquier caso, parece todo un éxito de los expatriados. Sin embargo, ha tenido un efecto distorsionador en la política exterior vasca, que se centra más en los países en los que la comunidad vasca es más influyente —y en los que, por tanto, se sabe que el lehendakari y otros políticos vascos van a recibir el mejor trato posible—, aunque no siempre sean los países que más interesan para el futuro desarrollo económico y social de los vascos. Es decir, su estrategia exterior tiende a depender de la distribución geográfica de la diáspora más que de los verdaderos intereses vascos.
La diáspora armenia muestra lo que sucede cuando los objetivos y las prioridades de los expatriados no coinciden necesariamente con los de su país. Los armenios, sobre todo en Francia y Estados Unidos, han defendido con energía las estrategias diplomáticas del Gobierno de su país. Han aportado recursos financieros y humanos que han permitido a Armenia conservar el control del disputado territorio de Nagorno-Karabaj y reparar los estragos causados por la guerra. Pero su prioridad fundamental es que la comunidad internacional declare oficialmente que Turquía llevó a cabo un genocidio contra los armenios en 1915, una prioridad que refleja los orígenes de muchos de los que componen el grupo, cuyas familias huyeron entonces del país. La campaña para obtener ese reconocimiento ha tenido un éxito considerable. Pese a los esfuerzos de los diplomáticos turcos, la Asamblea Nacional francesa, el Congreso de Estados Unidos y el Bundestag alemán han reconocido el genocidio. Es un asunto importante para todos los armenios y para su Gobierno, pero no tiene por qué ser la máxima prioridad. Desde el punto de vista de la seguridad, Armenia necesita seguir controlando Nagorno-Karabaj, pese al volumen de armamento que Azerbaiyán ha logrado acumular gracias al dinero del petróleo. Y la diáspora no ha tenido tanto éxito a la hora de convencer a la comunidad internacional de que la ocupación armenia del territorio en disputa es justa (¿tal vez porque les interesa menos?). Otro aspecto que es crucial para el Ejecutivo armenio es la necesidad de fortalecer la economía, que sufre las consecuencias de tener dos fronteras cerradas (con Turquía y Azerbaiyán) y una complicada (con Georgia) debido al conflicto entre este último país y Rusia. En la práctica, la única frontera totalmente abierta de Armenia, por la que debe canalizar todo su comercio, es la que comparte con Irán. De ahí que una de las grandes prioridades del Gobierno haya sido convencer a Ankara para que abra la frontera. En 2008, el presidente armenio invitó a su homólogo turco a un partido de fútbol entre las dos selecciones nacionales. Allí nacieron unas negociaciones que parecían encaminarse hacia la apertura de la frontera como gesto de buena voluntad (hasta el punto de que Azerbaiyán empezó a inquietarse), pero, justo en ese momento, la campaña de la diáspora armenia para que Francia reconociera el genocidio alcanzó su apogeo, con la declaración oficial de la Asamblea Nacional. Los armenios que viven en Francia, por supuesto, no sufren las consecuencias económicas del cierre de la frontera. Insistió en su campaña sin tener en cuenta en absoluto lo que suponía para las relaciones con Turquía. El resultado fue que los turcos rompieron de inmediato las negociaciones y la frontera continúa hoy cerrada.
Aunque las diásporas son un poderoso instrumento para facilitar la estrategia diplomática de un país, también pueden ser espadas de doble filo. Sus prioridades no siempre son las mismas que las de sus gobiernos, y no sufren las consecuencias de sus actos. En los casos de los estadounidenses de origen irlandés y los armenios, los expatriados han adoptado siempre posturas más extremistas e inflexibles que los que vivían en sus respectivos países. Es lo mismo que sucedió en el conflicto yugoslavo, donde, por ejemplo, los líderes paramilitares croatas más radicales fueron los que habían regresado después de vivir en el extranjero. En algunos casos, además, los ciudadanos que viven en otro país pueden dañar la reputación de su país de origen y, por tanto, la eficacia de su labor diplomática. La tremenda implicación de los exiliados kosovares en el tráfico de drogas y la criminalidad del nordeste de Londres durante los años 90 debilitó enormemente la influencia que el líder kosovar de entonces, Rugova, tenía en los círculos oficiales británicos. Los diplomáticos deben tener presentes a sus compatriotas en el extranjero cuando elaboran sus estrategias para promover los intereses nacionales, porque son un instrumento más, incluso importante. Pero deben tener cuidado de no manipularlos ni dejarse manipular por ellos. Como muestran estos ejemplos, la diáspora, muchas veces, tiene más poder que los representantes oficiales.
 Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia

La diplomacia de la diáspora: una espada de doble filo



http://www.esglobal.org/la-diplomacia-de-la-diaspora-una-espada-de-doble-filo/

sábado, 14 de mayo de 2016

P. Lafargue y el derecho a la pereza.




Resumen:
Se pasa revista a “El derecho a la pereza” desde una lectura marxista crítica a una obra que comienza tentando al lector y —en mi criterio— finaliza decepcionándolo. No debe olvidarse que a P. Lafargue se lo ha catalogado como marxista, pero solamente por una cuestión de parentesco.


Paul Lafargue (1843/1911), fue el único hijo de un acaudalado terrateniente francés, quien se afincó durante el siglo XIX en Cuba donde explotaba plantaciones de café. Nueve años después la familia se dirigió a Francia y ahí cursó sus estudios secundarios y comenzó los universitarios, aunque debió terminar sus estudios de medicina en Londres, ya que las autoridades francesas le prohibieron estudiar en París por dos años a causa de su activa participación política y gremial.
Lafargue fue un autor marxista poco reconocido y citado -en la actualidad- fuera de Francia, aunque en su época tuvo gran difusión y renombre. Quizás, por lo que más se lo cita es por haber sido el escritor de una obra cuyo título resulta tentador, como es “El derecho a la pereza” (1880) y, además de eso, por ser el yerno -nada menos- que de Carlos Marx al casarse con su segunda hija, Laura. No se hizo marxista por obligación matrimonial sino, por el contrario, por ser marxista frecuentó la casa de su futuro suegro, lo que facilitó el romance con Laura, aunque con algunos remilgos por parte de Marx (Maerk, 2000) que, curiosamente, durante el noviazgo le reprochaba a su futuro yerno no tener una posición económica sólida.
El matrimonio con Laura cumplió la promesa de palabra que hicieran ante amistades de no llegar a ser unos ancianos decrépitos y, entonces, se suicidaron juntos con ácido clorhídrico, en 1911. Es de hacer notar que esta voluntad la dejó tácitamente expresada Lafargue en el texto que revisaremos.
Un rasgo interesante y curioso es que fue el primer marxista nacido en “nuestra” América, precisamente en Santiago de Cuba, en la isla que fue la tierra del revolucionario José Martí, quien acuñara, en 1891, el concepto de “nuestra” América. Incluso, se atrevió a nacer antes que Fidel Castro, lo que no es poco.
Además de incansable activista político fue médico, profesión a la que renunció cansado de los fracasos que ofrecía y abrió un taller de linotipia, pero como este no funcionaba como quería no tuvo más remedio que hacer lo mismo que hacía su suegro, recibir dinero de F. Engels. Unos años más tarde retornó a la tierra de sus ancestros y llegó a ser editor de un periódico y hasta pudo acceder a un escaño en el Parlamento francés como diputado socialista en 1891, aunque estaba bajo custodia policial. Esto último fue debido a su participación activa en huelgas obreras, ya que fue uno de los fundadores de Partido Obrero Francés en 1871.
Es preciso tener presente que su actividad política no solamente se desarrolló en Francia e Inglaterra, sino que también fue comisionado a España como corresponsal para armar y consolidar un parido de trabajadores, algo que también hizo en Portugal.
Con “El derecho a la pereza” el autor hace uso de la ironía para referirse a la obra política cumbre de su suegro (1848) en la que los autores reivindican el valor del trabajo como herramienta de cambio social y anticipadora de la revolución social.
Desde el inicio de esta obra Lafargue se expresa como un auténtico anticlerical y a la vez un ateo confeso, al señalar, ya en el Prólogo, cuando escribe “el señor Thiers decía” (seguramente está haciendo referencia a quien fuera Presidente provisional de la Tercera República y que no tuvo mejor idea que ordenar reprimir a los alzados de la Comuna de París, en 1871), reproduciendo con sus palabra que quería:
 “recuperar con toda su fuerza la influencia del clero, porque cuento con él para propagar esa buena filosofía que enseña al hombre que está aquí para sufrir, y oponerla a esa otra filosofía que dice al hombre lo contrario: ‘Disfruta’”. A estos dichos los refuta diciendo que ese individuo “…formulaba así la moral de la clase burguesa, cuyo feroz egoísmo y estrecha inteligencia él encarnaba”.
Y continúa más adelante añadiendo que:
 “La moral capitalista, lastimosa parodia de la moral cristiana, anatemiza la carne del trabajador… (al)suprimir sus placeres y sus pasiones y condenarlo al rol de máquina que produce trabajo sin tregua ni piedad”.
Como no podía ser de otro modo para un hombre ilustrado de entonces, se confiesa ferviente admirador de Darwin.
Insiste en su aversión al trabajo como forma de vida definiéndolo como una:
 “…una extraña locura”
la cual se apoderó:
 “de las clases obreras de las naciones donde domina la civilización capitalista”
que han conducido a miserias que desde antaño ha estado sufriendo la humanidad. La locura no es otra cosa que la devoción por el trabajo y agrega que:
 “En vez de reaccionar contra esta aberración mental, los curas, los economistas y los moralistas han sacralizado el trabajo”. 
P. L. consideraba que el proletariado 
“…traicionando sus instintos y olvidando su misión histórica, se dejó pervertir por el dogma del trabajo”.
Posiblemente como resultado de sus viajes por España señala que es el único país europeo no contaminado por aquella extraña locura del amor por el trabajo sosteniendo, curiosamente, que en España había menos fábricas que cárceles y cuarteles de los que existían por esa época en Francia. Asimismo destaca algo que todos alguna vez hemos estudiado, pero que sin darnos cuenta ignoramos olímpicamente: en la época dorada de la Grecia antigua el trabajo estaba reservado a los esclavos, el hombre libre dedicaba su tiempo al placer, al ocio de pensar, a las caminatas y en:
 “…que los poetas cantaban a la pereza, ese regalo de los dioses”.
Habiéndose declarado ateo, no por eso deja de repetir un pasaje bíblico donde Mateo 6.25-34 pretende reproducir el sermón de la montaña cuando –supuestamente- Jesús, predicando la pereza, dice: 
Miren cómo crecen los lirios en los campos; ellos no trabajan ni hilan, y sin embargo, yo les digo: Salomón, en toda su gloria, no estuvo nunca tan brillantemente vestido”.
Además, a continuación Lafargue hace gala de un fino sentido del humor cuando agrega:
 “Jehová, el dios barbado y huraño, dio a sus adoradores el supremo ejemplo de la pereza ideal; después de seis días de trabajo, descansó por toda la eternidad.”
En el primer capítulo titulado “Bendiciones del trabajo” arremete sobre las condiciones de trabajo inhumanas que soportaban los obreros, las mujeres y los niños en “casas del terror” los que son:
 “…talleres modernos… convertidos en casas ideales de corrección donde se encarcela a las masas obreras”.
P. L. no deja de arremeter contra los “filántropos” que obligan a trabajar hasta más de 16 horas diarias a sus obreros, mientras que los presidiarios y los esclavos de las Antillas tenían jornadas laborales menores. Con sus giros expresivos -ya habituales en P. L.- más adelante define a los talleres fabriles del capitalismo como
 “…el minotauro moderno”.
Pero los explotadores no son su único objeto de crítica, también arremete vigorosamente contra los obreros, diciendo de ellos que:
“Con sus propias manos, demolieron su hogar; con sus propias manos, secaron la leche de sus mujeres; las infelices, embarazadas y amamantando a sus bebés, debieron ir a las minas y a las manufacturas a estirar su espinazo y fatigar sus músculos; con sus propias manos, quebrantaron la vida y el vigor de sus hijos. ¡Vergüenza a los proletarios!”.
Asimismo, P. L. descarga sus dardos envenenados contra el positivismo, haciéndolo en la figura de Augusto Comte, a quien denomina
 “…el penosamente confuso”
y -sin detenerse- se lanza contra una de las más logradas plumas que ha dado Francia, Víctor Hugo, a quién define como un charlatán romántico. ¿Y todo esto por qué? Solamente por haber
 “…entonado sus cánticos nauseabundos en honor del Dios Progreso, el hijo primogénito del Trabajo” y sigue afirmando sobre los escribas de su época que en la actualidad son “…hoy sirvientes literarios de la burguesía, muy bien pagos”.
P. L. no deja de irritarse contra los que propagan
 “…en las masas las tonterías de la economía y de la moral burguesas”.
Sin embargo, dentro de todas sus denostaciones, rescata a la figura del político Destut de Tracy –el mismo que acuñara el término “ideología”- cuando señaló que:
“Es en las naciones pobres donde el pueblo vive con comodidad; es en las naciones ricas donde es, comúnmente, pobre”.
P. L. asegura que la ley “inexorable” de la producción capitalista es el trabajo, por ello es que desde cualquier religión cristiana, como así también, desde los economistas, se alienta desde los púlpitos y desde los engolados discursos de los economistas y los políticos que instan permanentemente a elogiar las virtudes del trabajo.
Pero no todas son diatribas por parte de Lafargue. Ha sido capaz de realizar un sesudo análisis acerca de la sobre oferta de mano de obra y de cómo esto influye en la desocupación, a la par de observar que con tanto trabajo se da lugar a una sobreproducción de bienes, lo que trae aparejada una devaluación de los mismos por acumulación de stocks. Sobran las mercancías y no hay compradores para la enorme cantidad de aquellas y, de tal modo, nuevamente, se produce la desocupación.
Con agudeza observa que mientras más se trabaja más se enriquecen los capitalistas y, a la vez más se empobrecen los trabajadores que tienen que trabajar más, para así poder adquirir sus alimentes.
P. L. expone un planteo un tanto ingenuo cuando dice:
 “En vez de aprovechar los momentos de crisis para una distribución general de los productos y una holganza y regocijo universales, los obreros, muertos de hambre, van a golpearse la cabeza contra las puertas del taller. Con rostros pálidos, cuerpos enflaquecidos, con palabras lastimosas, acometen a los fabricantes”.
No se entiende como en las crisis los proletarios pueden hacer una redistribución de la producción parada. Sí, lo pueden hacer, pero ¿a quien se la van a vender para disfrutar del regocijo? Al no haber compradores para los productores, tampoco los habrá para ellos, que -por otra parte- ni siquiera tienen capacidad para comercializarla.
Sin embargo, de inmediato, realiza un interesante análisis acerca del proceso de endeudamiento de los productores y cómo esto los lleva a la bancarrota:
 “Si las crisis industriales siguen a períodos de sobre trabajo…, arrastrando tras ellas el descanso forzado y la miseria sin salida, ellas traen también la bancarrota inexorable. Mientras el fabricante tiene crédito, da rienda suelta al delirio del trabajo, pidiendo más y más dinero para proporcionar la materia prima a los obreros. Hay que producir, sin reflexionar que el mercado se abarrota y que, si sus mercancías no se venden, sus pagarés se vencerán.”
Pero, nuevamente debo recurrir a una conjunción adversativa, inmediatamente dice que para salir de la bancarrota deben concurrir “al judío” y continúa haciendo un detalle de cómo este último esquilma al productor y, para ejemplo, nada mejor que recurrir a la figura de un Rothschild, familia inglesa de pobreza extrema, pero que gracias a su habilidad con la usura cien años después figuran en el catálogo de la nobleza, gracias a una decisión de la Reina Victoria de Gran Bretaña.
Hecha esta salvedad que corre por mi cuenta, continuemos con los dichos de P. L. sobre los procesos de endeudamiento:
“Finalmente llega la debacle y las tiendas estallan; se arrojan entonces tantas mercancías por la ventana, que no se sabe cómo entraron por la puerta. El valor de las mercancías destruidas se calcula en centenas de millones; en el siglo XVIII, se las quemaba o se las tiraba al agua”.
Brevemente realiza una reseña acerca de las guerras de conquistas por lograr territorios donde, con la colaboración de los Estados, pudieran ubicar las mercaderías sobrantes de sus industriales y comerciantes y remata haciendo un crudo relato de las conquistas y las disputas -incluso cruentas guerras- que
“…enrojecieron los mares con la sangre de hombre jóvenes y fuertes”
por las colonias en África, América y Asia.
“Los capitales abundan tanto como las mercancías. Los rentistas ya no saben dónde ubicarlos; van entonces a las naciones felices que se tiran al sol a fumar cigarrillos, para construir líneas férreas, levantar fábricas e importar la maldición del trabajo”.
Algo más adelante propone que el proletariado sólo podrá terminar con la explotación cuando el proletariado:
 “…tome conciencia de su fuerza, el proletariado debe aplastar con sus pies los prejuicios de la moral cristiana, económica y librepensadora; debe retornar a sus instintos naturales, proclamar los Derechos de la Pereza, mil veces más nobles y más sagrados que los tísicos Derechos del Hombre, proclamados por los abogados metafísicos de la revolución burguesa; que se limite a trabajar no más de tres horas por día, a holgazanear y comer el resto del día y de la noche.”
De la mitad en adelante, la última cita deja mucha tela para cortar. Frente a ella ¿qué se puede decir desde los espacios de protección de los Derechos Humanos? Se me ocurren muchas cosas, pero son irreproducibles. Simplemente haré referencia a la flagrante contradicción final sobre los abogados que se limitan a trabajar tres horas y el resto del día lo dedican a holgazanear. ¿No es ese el proyecto de vida que sostiene?
En el segundo capítulo P. Lafargue lo dedica a “Las consecuencias de la sobreproducción” y, por primera vez hace referencia al comentar a un poeta griego diciendo:
 “Lamentablemente el ocio que el poeta pagano anunciaba no llegó; la pasión ciega, perversa y homicida del trabajo transforma la máquina liberadora en un instrumento de servidumbre de los hombres libres: su productividad los empobrece”.
Como se puede advertir Lafargue continúa con las diatribas contra el trabajo y seguidamente se refiere con denuestos a la aparición de las máquinas en el mercado laboral, observando que ellas provocan la devaluación del trabajo artesanal.
Nuestro autor no deja renglón sin dejar de recurrir a frases empalagosas para referirse al modo en que la gurgucia disfruta perezosamente del trabajo de los obreros de las fábricas, en tanto organizan bailes de caridad para los pobres, calificándolas de “¡Santas almas!”.
Luego de realizar un pormenorizado y adjetivado relato sobre la vida dispendiosa de la burguesía, en que recurre a datos censales de Inglaterra, concluye:
 “Entonces, al ajustarse el cinturón, la clase obrera desarrolló con exceso el vientre de la burguesía condenada al sobreconsumo”.
Resulta divertida la descripción que realiza Lafargue sobre las esperanzas de los capitalistas puestas en los descubrimientos y las colonizaciones de África, dónde no sólo encontrarán una tierra de riquezas, sino también de consumidores ávidos de taparán sus “culos negros” con las telas hiladas en Europa, como asimismo beber los vinos de la metrópoli y leer
 “… las biblias para conocer las virtudes de la civilización”.
En sus excesos conceptuales llega a afirmar que la sobreproducción de mercancías dice que llegan a alcanzar un tamaño mayor que las pirámides de Egipto. ¡Un disparate total! Estas exageraciones de Lafargue -como asimismo las reiteraciones sobre la sobreproducción- no hacen otra cosa que deslucir un texto del cual se pueden desgranar conceptos fundamentales sobre el capitalismo, el proletariado, la desocupación -y para evitarla sugiere la necesidad de racionar la demanda y la oferta de trabajo- y la explotación laboral de aquellos últimos. Con anterioridad Lafargue ha criticado a Víctor Hugo, pero no puedo dejar de recordar que éste era poseedor de una notable facilidad al describir los pasajes más sórdidos de Francia (1862) en aquella época a los cuales detalla con esmero literario y sin dejar de lado la crítica social. A estos episodios nuestro comentado necesitó relatarlos con excesivas reiteraciones y adjetivaciones.
Escribe sobre la fatiga del obrero y, en este punto no puedo dejar de recordar a un político que he admirado, como lo fue el primer diputado socialista de “nuestra” América, en 1904, Don Alfredo Palacios, quien dedicó uno de sus primeros libros (1922) a ese tema.
El capítulo siguiente está titulado “A una nueva melodía, una nueva canción” y reitera una y otra vez la misma temática hasta que por fin entra en el tema de pereza de la siguiente manera:
“En el régimen de pereza, para matar el tiempo que nos mata segundo a segundo, habrá espectáculos y representaciones teatrales todo el tiempo; será el trabajo adecuado para nuestros legisladores burgueses. Se los organizará en grupos recorriendo ferias y aldeas, dando representaciones legislativas. Los generales, con botas de montar, el pecho adornado con cordones, medallas, la cruz de la Legión de Honor, irán por las calles y las plazas, reclutando espectadores entre la buena gente”.
Como es dable observar, a este hombre nada le cae bien. Sin embargo, luego de más denuestos, se abre una luz de esperanza. Luz que tanto ilumina al lector que creerá que al fin vendrá lo bueno, como al proletariado que por fin podrá dedicar tiempo a la pereza. Esa luz la presenta en condicional:
“Si la clase obrera, tras arrancar de su corazón el vicio que la domina y que envilece su naturaleza, se levantara con toda su fuerza, no para reclamar los Derechos del Hombre (que no son más que los derechos de la explotación capitalista), no para reclamar el Derecho al Trabajo (que no es más que el derecho a la miseria), sino para forjar una ley de bronce que prohibiera a todos los hombres trabajar más de tres horas por día, la Tierra, la vieja Tierra, estremecida de alegría, sentiría brincar en ella un nuevo universo…”
De cualquier manera, la frase la finaliza con su habitual escepticismo:
“¿Pero cómo pedir a un proletariado corrompido por la moral capitalista que tome una resolución viril?”.
Y finaliza el capítulo de la misma manera como si fuera un poeta griego de la antigüedad, o mejor romano, como lo fue Virgilio de quien tomó un verso de sus “Bucólicas” al principio de la obra que estamos terminando de comentar.
“¡Oh, pereza, apiádate de nuestra larga miseria! ¡Oh, Pereza, madre de las artes y de las nobles virtudes, sé el bálsamo de las angustias humanas!”.
El libro lo termina con un apéndice en el cual se explaya con citas de Heródoto, Platón, Jenofonte y Cicerón repudiando el trabajo manual y luego les dedica unos párrafos a algunos filósofos de su época que desde la hipocresía cristiana alientan el trabajo.
En fin, debo reconocer que he leído textos sobre el ocio y la pereza los que estaban mucho mejor escritos y más amenos como lo fue, por ejemplo, el del filósofo B. Russell (1935).

Referencias bibliográficas:
LAFARGUE, P.: (1880) El derecho a la pereza. Editorial Fundamentos, Madrid, 1980.
MAERK, J.: (2000) El derecho a la pereza, de Paul Lafargue. Revista Mexicana del Caribe, Vol. V, núm. 9.
MARTÍ, J.: (1891) Nuestra América. Biblioteca Ayacucho, Caracas, 2005.
MARX, C. y ENGELS, F.: (1848) El Manifiesto Comunista. Ed. Anteo, Bs. Aires, 1986.
PALACIOS, A.: (1922) La fatiga y sus proyecciones sociales. Losada, Bs. Aires, 1955.
RUSSELL, B.: (1935). Elogio de la ociosidad. Edhasa, Barcelona, 1989.
VICTOR HUGO: (1862). Los miserables. Planeta, Madrid, 2012.



http://critica.cl/biografias/p-lafargue-y-el-derecho-a-la-pereza


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viernes, 6 de mayo de 2016

Las lecciones de nuestra guerra de bonos con Argentina


El nuevo gobierno reconoció que se trataba simplemente de una disputa comercial

El 22 de abril, cuando la República Argentina completó su acuerdo con los mayores tenedores de bonos impagos desde default de más de $80.000 millones de 2001, un capítulo único en la historia del mercado internacional de bonos llegó a su fin. Elliott Management, la empresa que fundé y que administro, era uno de esos titulares, con bonos adquiridos antes y después de aquella cesación de pagos.

Ríos de tinta han corrido sobre las lecciones que deberían sacarse de esta saga de 15 años para mejorar el proceso de reestructuración de deuda soberana. Ahora que este capítulo está por terminar, nos gustaría añadir nuestra perspectiva al debate.
En 2001, cuando por primera vez invertimos en estos bonos, creíamos que una reestructuración negociada podría ayudar a evitar el default de Argentina. También creímos que si participábamos en una negociación podríamos ayudar a obtener un buen acuerdo para todos los tenedores de bonos del país.
En aquel momento, sin embargo, Argentina optó por el default y sus líderes se negaron a negociar. En general, las reestructuraciones soberanas se completan rápidamente; un estudio de 2013 de la agencia de calificación Moody’s dice que el promedio para ello es alrededor de 10 meses. Pero pasaron casi tres años antes de que el gobierno argentino pusiera siquiera una oferta sobre la mesa.
Cuando finalmente negoció, ofreció a los tenedores de bonos —incluyendo muchos tenedores argentinos— una oferta del tipo “o lo tomas o lo dejas” de nuevos bonos que pagaban de 30 centavos por cada dólar adeudado en los viejos bonos. Los líderes argentinos incluso dieron el extraordinario paso de sancionar una ley que prohibía pagar a cualquier tenedor de bonos que hubiera rechazado esa oferta.
A pesar de estas tácticas coercitivas, más de la mitad de los tenedores extranjeros rechazó los términos unilaterales del país. En 2010, Argentina repitió la oferta de 30 centavos. Muchos de los participantes en este segundo intercambio eran tenedores de bonos que habían sido afectados por la crisis financiera global o que simplemente estaban cansados de esperar.
En ese momento, el gobierno argentino bien podría haber negociado con facilidad un acuerdo con los restantes tenedores de bonos y superar el default de 2001. Como habíamos hecho antes, nuevamente intentamos iniciar una negociación con Argentina.
Nuestros pedidos cayeron en oídos sordos. Lejos de negociar, los líderes argentinos decidieron usarnos como chivo expiatorio de los crecientes problemas económicos del país, insistiendo en que los tenedores de bonos como nosotros nunca cobrarían un solo peso.
En 2012, el tribunal de Nueva York encargado de supervisar las disputas sobre estos bonos ordenó a Argentina de cumplir con la cláusula de trato igualitario del contrato, lo que significa que no podía seguir haciendo los pagos de los bonos reestructurados a menos que arreglara su disputa con los tenedores de los bonos originales.
Argentina se negó a cumplir con el fallo de la corte o a negociar con los acreedores. En cambio, decidió entrar en defaultcon los nuevos bonos y fue declarada en desacato por evadir el cumplimiento de órdenes judiciales.
A finales de 2015, los argentinos eligieron un nuevo gobierno. En ese momento, el país estaba en default con múltiples clases de tenedores de bonos y aislado de los mercados financieros internacionales. Con la economía afectada por una inflación galopante y la fuga de capitales, no es de extrañar que la gente votara por un candidato cuyo lema era “Cambiemos”.
El nuevo gobierno entiende que el camino hacia la prosperidad tenía que empezar con un nuevo compromiso con la economía global y una rápida resolución de la disputa con los acreedores.
Nuestra antigua oferta de negociar finalmente halló una respuesta positiva. En enero comenzó la primera negociación en 15 años. Al igual que con cualquier negociación, hubo fuertes diferencias por ambas partes, pero el nuevo gobierno reconoció que se trataba simplemente de una disputa comercial y no una guerra ideológica. Ese cambio de mentalidad permitió que las conversaciones avanzaran con respeto mutuo y con un interés común en resolver el problema.
Una vez que nos sentamos con alguien dispuesto a negociar, la solución estaba a la vista. En febrero llegamos a un acuerdo que implicó un descuento significativo pero aceptable desde nuestro punto de vista, que ha sido ya pagado gracias al regreso en tiempo récord de Argentina a los mercados internacionales de capital.
A lo largo de esta saga, ciertos comentaristas y políticos argumentaron que las acciones coercitivas impuestas a Argentina por tribunales de Estados Unidos han creado un precedente negativo para futuras reestructuraciones de deuda soberana. Estas personas afirman que los tenedores de bonos ahora tienen pocos incentivos para negociar una solución.
Esta línea de pensamiento es errónea y podría llegar a paralizar los mercados de deuda soberana.
Ante la ausencia de una autoridad capaz de hacer cumplir los fallos judiciales, el valor de los bonos soberanos de crédito dudoso podría rápidamente desplomarse a la primera señal de problemas. Después de todo, ¿quién va a querer este tipo de bonos si los titulares no pueden hacer valer sus derechos y los países pueden pagar lo que ellos quieran y a quienes ellos quieran? Un mundo así sería mucho más caótico que el que tenemos ahora gracias al imperfecto conjunto de alternativas legales con que cuentan los inversionistas.
Por: Paul Singer 


http://www.capital.com.pa/las-lecciones-de-nuestra-guerra-de-bonos-con-argentina/


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