viernes, 24 de septiembre de 2010

Carta de un amigo recordando viejos tiempos


 Juan Rafael Mora Porras. Héroe Nacional                                                                         




30 SEPTIEMBRE 1856                                   
Cuando fuí a Costa Rica, a conmemorar los 60 años de la Graduación en el Liceo de Costa Rica, como parte de mi discurso en el segmento de GRATITUD, le rendí el homenaje prometido a mi querida e inolvidable maestra de 5o. y 6o. grado de Primaria, en la Escuela Juan Rafael Mora, 1943 y 1944. Dije, que ella moldeó mi personalidad,y que me tatuó en mi cerebro el mapa de Costa Rica, y que también fue mi mentora.
Pero hoy quiero aprovechando su paciencia, y Vd. que la conoció bien, agregar, que fué mi PROTECTORA. Además de enseñarme a hablar en público y sin ningún temor, cosa que hasta el día de hoy, puedo hacer, me protegió contra la envidia y la ignorancia, de ciertas personas, que no concebian, que un muchachito judío, llegado al país 6 años antes y sin conocer el idioma, pudiera ser el que representara a una escuela costarricense, en actos tan simbólicos,y hablara, delante del monumento al Presidente Mora, que está frente al Correo y el Club Unión, y portara la bandera de Costa Rica, en el desfile desde la Escuela, el Paseo Colón, la Avenida Central y llegara hasta la Calle 2, donde estaba el Congreso, y siguiera, hasta el Monumento de don Juan Rafael, para conmemorar así, la fecha del fusilamiento de este ilustre personaje, que ahora discuten los diputados, si lo declaran HEROE NACIONAL. La Niña Lilia, desde 1943, me escogió a mi, el polaquito, para representar a nuestra escuela, en ese trascendental acto. Para ella, yo era simplemente un SER HUMANO, que tenía la capacidad y el merecimiento, aun no profesando la religión del país, siendo técnicamente extranjero, y otros "defectos", que la ignorancia me endosaba. Ella era liberal y adelantada a su época. Por ello venero su memoria, y agradezco a Dios, que la haya puesto en mi camino y en mi vida.
Pero voy a cerrar este comentario, contándole una anécdota, CIERTA, que sucedió, el 30 de septiembre de 1944, cuando cursaba el 6o. grado de primaria.
Cuando estábamos frente al Edificio de la Escuela, en la callecita, que viene del Paseo Colón, ya listos para salir con el desfile hacia el Monumento del Presidente Mora, a conmemorar un año más de su injusto e inexplicable fusilamiento por parte del gobierno, que él presidia, todos los alumnos vestidos de riguroso blanco,solo los zapatos, eran negros, la niña Lilia, portando la bandera, me llamó hacia el frente de la columna, y me dijo textualmente:" Moisés, vos vas a llevar la bandera, y estoy segura, que te sabés el discurso, que te di desde ayer, para que te lo aprendieras, y lo vas a decir frente al monumento de don Juanito." Yo le aseguré, que el discurso me lo había aprendido, pero que me conmovía, que me pusiera al frente del desfile, con la bandera, del país, que yo ya consideraba como mi verdadera patria. Junto estaba una maestra, de un año inferior al sexto grado, y entonces, le habló a mi maestra y le dijo textualmente :"Niña Lilia, le puedo hacer una observación, y siguió, como puede ser que Vd.una persona tan enterada, le de la bandera y la responsabilidad de pronunciar el discurso, a un alumno, que no es costarricense, que no es católico, y que hace poco,ni hablaba nuestro idioma." La Niña Lilia, le echó una mirada, que como dice el refrán popular, SI LAS MIRADAS MATARAN, esa maestra, hubiera caído fulminada. Mire, le dijo, jamás a mi me vuelva a decir algo así, ni jamás lo repita o piense así ; mi alumno es un ser humano y eso es para mi lo que vale. Pero conociendo a mi maestra, si hubiera tenido a mano, una vacenica, con desechos humanos, se la hubiera echado encima. Pero si le dijo, si Vd. piensa lo que me dijo, yo le recomendaría, que no fuera a este desfile, y mejor se fuera a su casa. Y, diciendo, eso, junto con el Director, ordenó iniciar el desfile. Yo marché, al frente, por el Paseo Colón, Por la Avenida Central,y mis padres, y otros conocidos, me vieron con gran orgullo. Eso fué la Costa Rica que yo viví,hace 66 años, y ese fué el ANGEL DE LA GUARDIA, que me protegió; ese recuerdo, y otros más, me comprobaron que la Niña Lilia, fue mi PROTECTORA. Que Dios la tenga en su Gloria. A través, suyo, le rindo este HOMENAJE, a ella, y a toda la familia ULLOA, de la que Vd. tan dignamente forma parte. Atentamente, Moisés Weisleder Cidelski, en mi nombre propio, y de mi familia propia, y mis padres, hermanos y sobrinos,que muy bien sabían quien era ella, y la recuerdan. Mis dos sobrinos Lic. Jaime Weisleder, y Jorge Kerzemberg, fueron alumnos de la JUANRA,cuando ella era la Directora. Por ello yo afirmo, que si Costa Rica, hubiera tenido por los menos un medio millón de seres, como ella, otro gallo le hubiera cantado a nuestra patria. Saludos y un fuerte abrazo.