sábado, 17 de marzo de 2012

Vientos de Guerra, tambores de Libertad.


Con un ejército como el que tengo
 se puede pelear y morir con gusto,
pues no hay palabras bastantes
 para exagerar sus buenas calidades,
su valor y sufrimientos en los trabajos.
Juan Rafael Mora Porras.

Reconocimiento del Gobierno de Walker.
El Coronel Wheeler, Ministro de los Estados Unidos, residente en Nicaragua, en su arenga al General Walker, reconociendo en nombre de la Unión Americana, después de manifestar sus amistosas simpatías, dijo:
Nuestra verdadera política es proclamar y sostener que los Pueblos de las Repúblicas Americanas pueden gobernarse por si mismos:- ningún poder extranjero sera admitido a contrariar nuestras miras en lo mas leve, ni entremeterse, ni aún en lo mas mínimo, en nuestros intereses. Nuestra dignidad, nuestros derechos y seguridad como República exigen esto. La idea de cualquier interposición o colonización por un poder extraño a este lado del Océano, es enteramente inadmisible. ( The Sun Diciembre 1. 1855 )
( Boletín Oficial Pág. 320 )

Terminaba el año de 1855, con un mensaje muy especial de Presidente de la República de Costa Rica:
" Estoy satisfecho de vosotros.
  Mientras el huracán revolucionario ha zumbado en nuestras fronteras; mientras la guerra civil ha sometido a un yugo extraño a otros pueblos, la ley, la concordia y la paz han imperado en Costa Rica. La ley es nuestra única soberana: la concordia nuestra fuerza: la paz y el progreso nuestra mas ansiada gloria.
Salud soldados todos del ejército nacional: yo confío plenamente en vosotros: yo sé que la voz de la Patria tiene un poder mágico en vuestros corazones y que en cualquier peligro que la amenace sabreis destruirlo batallando heroicamente por defender su honor y su independencia.
Loor a vosotros.- Paz, ventura y libertad a Costa Rica."
( Dic. 29 1855- Juan Rafael Mora Porras. Boletín Oficial No. 158 Pág. 302).

Se iniciaba un nuevo año con un mensaje de patriotismo nacional:
He aquí lo que nos puede hacer temer por nuestra paz; la idea que nos domina al empezar el año 1856.
El cataclismo social que se efectúa para levantar sobre cien ruinas un nuevo orden, abarca el globo.- Ningún país puede eximirse de el. El progreso es hoy mas que nunca la ley imperiosa de las naciones. Los pueblos que envilecidos por la ignorancia o la inmoralidad, despedazados por luchas fratricidas, sin honor y sin patriotismo, se posternan o se venden como viles rameras, están condenados a muerte. Ellos caen a pedazos como el misero leproso a quien el vicio, el abandono y la corrupción han podrido el cuerpo y corroído el corazón- Ellos deben expiar sus crímenes con un azote de fuego, con un bautismo de sangre !.
Pero mientras una sociedad encierre en su seno elementos de vida, elementos de prosperidad y de progreso; mientras esta sociedad tenga moralidad y fe, unión y perseverancia, nada puede acongojarla, ningún poder humano destruirla.
Sin olvidar nuestra pequeñez, sin una vana jactancia, creemos que Costa Rica se halla en este ultimo caso. Creemos que hoy mas que nunca es precisa la concordia entre sus hijos; la alianza ofensiva y defensiva con sus dignos hermanos: la enérgica constancia del Gobierno, sostenido por la confianza y el patriotismo del pueblo, para engrandecer, vigorizar y defender la República, tanto del contagio estérilmente revolucionario como de las hordas filibusteras.
Adelante pues. No desmayemos ante los obstáculos que nos presenten las obras que sean necesarias para el bien, para la prosperidad, para la defensa de la Patria. No basta no retroceder, es preciso no estancarse, es forzoso marchar adelante.
Saludemos el nuevo año y avancemos unidos con decisión y esperanza por el porvenir.
(Boletín Oficial Pág. 306 1/1/56)

Y  los vientos de guerra ya soplaban en nuestro suelo:
Tal vez no será de poco interés para nuestros lectores el saber la posición adoptada por el Gobierno de Costa Rica en las presentes circunstancias, con relación a los últimos acontecimientos de la América Central. Estamos informados que la milicia costarricense, compuesta de 5000 hombres, ha sido llamada a ponerse sobre las armas, a consecuencia de la alarma producida por los sucesos y violentos procederes de Walker y sus satélites en Nicaragua. Se nos asegura que las Repúblicas de Guatemala, El Salvador y Honduras están todas en actitud belicosa desde que se han convencido que, para su propia seguridad, deben oponerse abiertamente a los invasores, que evidentemente amenazan a sus Estados.
(Boletín Oficial Pág. 319-320)

Las causas de que se buscara la unión de los centroamericanos en esos momentos eran :
. . . La organización, enteramente excepcional, de la sociedad en los Estados Unidos y la índole peculiar de sus instituciones, hacen que en el territorio de la Unión se proyecten esas expediciones contra los Estados débiles, y que no obstante las leyes de neutralidad y a despecho de los sherifes, procuradores y jurados, salgan las partidas armadas, con escándalo general, a hostilizar naciones con quien el Gobierno se halla en paz. Así se han verificado las expediciones invasoras contra Cuba, Sonora y Nicaragua. Las masas, por un secreto instinto, simpatizan con esas tentativas y les prestan su apoyo moral y material; las medidas de la autoridad y la desaprobación de la prensa sensata, no pueden nada ante el torrente de la opinión general, a quien halagan esas empresas atrevidas. Sin el apoyo oficial del Gobierno, los aventureros, si sufren un descalabro, son los ahorcados o fusilados, sin que nadie tenga el derecho a reclamarlo.
Como es bien sabido, existen en los Estados Unidos, sociedades organizadas que tienen por objeto único proyectar expediciones vandálicas contra determinados paises, contando con medios y recursos no pequeños para llevarlas a su debido efecto. Los que están al frente de tales empresas, son los verdaderos especuladores, que arriesgan algo con la esperanza de obtener mucho, aun cuando sea andando el tiempo y a la larga. El pretexto es unas veces la colonializacion y el laboreo de las minas, otras la construcción de canales y ferrocarriles y algunas el ayudar a sacudir el yugo de la tiranía, proporcionar instituciones libres, etc. Para llevar a cabo esos planes, se cuenta con la audacia desesperada de expedicionarios, gente que poco o nada tiene que perder y para quien la muerte no es quizá lo peor; se cuenta con la debilidad y la falta de medios de los paises que se va a hostilizar, divididos en opiniones políticas que se sostienen encarnizadamente, faltos de unidad, enervados por muchos años de luchas y por el vértigo que producen las interminantes discusiones teóricas, se cuenta con la natural indolencia de los habitantes de estas regiones tropicales; se cuenta, en fin, con que se encontraran hijos del propio país suficientemente incautos para dar oído a los supuestos proyectos de mejoras o bastantes viles para abrir las puertas a los invasores, por tal de vengarse de sus adversarios, aun cuando se preparen su propia ruina. Con todo esto cuentan los aventureros. De otra suerte ¿ como habría de atreverse un puñado de hombres indisciplinados y faltos de todos esos nobles estímulos que dan origen a los grandes hechos, a pretender dominar pueblos numerosos, que por atrasados que se les suponga en el arte de la guerra, siempre tendrían en la lucha no pocas ventajas sobre sus enemigos?. Así se ha visto en Cuba, cuando la expedición de Don Narciso López, que los aventureros sufrieron el mas completo descalabro, pagando con su vida el jefe de aquella inicua empresa y muchos de los que le seguían, su ciega temeridad. Así se vio también, aun no hace mucho tiempo, en la Baja California huir vencidos por una división del ejercito mejicano los aventureros que acaudillaba este mismo Walker que intento, sin éxito, en Sonora, lo que tan fácilmente esta poniendo por obra en Nicaragua.
Hay en estos paises elementos de defensa que pueden ser suficientes para la conservación de la independencia, si se saben aprovechar en la ocasión. Ni los aventureros son invulnerables, ni la raza que puebla estas comarcas esta tan abatida y degradad que la pueda sojuzgar un puñado de gente perdida, si quiere defenderse. Hay, a nuestro juicio, muchos medios de defensa que, llegado el caso, podría poner en acción un pueblo que no este dispuesto a dejarse imponer por una partida de advenedizos, que no tendrían otro titulo para tratar de arrebatarle su nacionalidad, que el que pudiera alegar el salteador en el camino real pidiera la bolsa o la vida al caminante.
 (Boletín Oficial Pág. 327/328 tomado de Gaceta de Guatemala 14/12/55)

Los Decretos Presidenciales y el Congreso incian el Camino:

Juan Rafael Mora Porras.
 Presidente de la República de Costa Rica.
Por cuanto el Excelentisimo Congreso Nacional ha decretado lo siguiente:
El Excelentísimo Congreso Nacional de la República de Costa Rica:
Para satisfacer el interesante objeto de la convocatoria extraordinaria dictada por el Supremo Poder Ejecutivo de la Republica el 26 del corriente,
Decreta:
Articulo Unico. Se autoriza omnimodamente al Supremo Poder Ejecutivo:
1.- Para que por sí, o en unión de las fuerzas aliadas de los demás Gobiernos de Centro-América, lleve sus armas a la República de Nicaragua para defender a sus habitantes de la aminosa opresión de los filibusteros, y arrojar a estos del suelo de toda la América Central
2. Para que en consecuencia dicte las providencias que esten a su alcance, con el objeto indicado.
Al Poder Ejecutivo.
Dado en el Salon de Sesiones en San José, a los veintisiete días del mes de Febrero de mil ochocientos cincuenta y seis.- Francisco Maria Oreamuno. Presidente.- Nazario Toledo. Secretario.- Manuel Joaquín Gutiérrez. Secretario-
Por tanto: Ejecútese.- Palacio Nacional, San José, Febrero veintisiete de mil ochocientos cincuenta y seis.
Juan Rafael Mora Porras.
El Minisitro de Estado en el Despacho de Gobernación
Joaquin Bernardo Calvo.
(Boletín Oficial Pág. 369. )

Ministerio de Hacienda y Guerra
Juan Rafael Mora,
Presidente de la República de Costa Rica
Considerando:
Que la integridad nacional amezada reclama de todos los buenos costarricenses el acudir a la defensa de la patria:
Que cuando los hijos de San Jose, Cartago y Moracia se alistan gozosamente para tan noble objeto, sería injusto que sus dignos y valientes hermanos de Alajuela y Heredia no participaran del honor de lidiar por tan santa causa;
Y que es forzoso aumentar el ejército nacional para poder atender eficazmente a cuantas emergencias puedan presentarse en el interior y exterior de la República,
Decreto:
Articulo único. - El ejército nacional se eleva a 9000 hombres de todas armas, y con este fin en cada una de las provincias de Alajuela, Heredia se organizará inmediatamente una división de mil soldados, con sus correspondientes jefes y oficiales.
Dado en el Palacio Nacionala los veintisiete días del mes de febrero de mil ochocientos cincuenta y seis.
Juan Rafael Mora Porras.
El Minisitro de Estado en el Despacho de Gobernación
Manuel J. Carazo
(Boletín Oficial Pág. 369. )

El Presidente entonces toma el mando que le corresponde :

Juan Rafael Mora,
Presidente de la Republica de Costa Rica
En uso de las facultades omnímodas de que me hallo investido y con presencia de la fraccion 6 Articulo 77 de la Constitución,
Decreto:
Articulo 1.- El Presidente de Costa Rica mandara en persona el Ejercito expedicionario que marcha a perseguir los filibusteros que intentan apoderarse del territorio y de la independencia y libertad de loes Estados de Centro America.
Art. 2 En consecuencia el Presidente de la República se separa desde mañana del ejercicio del Supremo Poder Ejecutivo Nacional y lo encargara a S. E. el Vicepresidente Don Francisco Maria Oreamuno.
Art. 3. El Ministro de Gobernacion dispondra lo conveniente al cumplimiento de este decreto.
Dado en el Palacio Nacional, en San Jose, a los siete dias del mes de Marzo de mil ochocientos cincuenta y seis.
Juan Rafael Mora Porras.
El Minisitro de Estado en el Despacho de Gobernacion
Joaquin Bernardo Calvo.
( Boletín Oficial Pág. 389 )

Así se inicio la marcha, la Campaña Nacional de 1856, un gesta heroíca que todos los costarricenses debemos recordar. El día 20 de Marzo en la Hacienda Santa Rosa, se inició el camino triunfante de los costarricenses, al tener el primer contacto con lo invasores. Un dia después el Comandante en Jefe escribe la siguiente carta:

Liberia, Marzo 21.

Señor D. Manuel J. Carazo,
Muy estimado amigo:
Por las comunicaciones oficiales que con esta fecha dirijo al Gobierno, se impondra U. de la batalla dada los filibusteros, por el General D. Jose Joaquin Mora, ayer a las cuatro y media de la tarde, en la hacienda Santa Rosa, en donde, en la mejores de las posiciones dentro de los corrales de piedra se hallaban fortificados de tres a cuatrrocientos de los mas asesinos del bandido Walker; mas la intrepidez y denuedo de nuestro ejercito no se detuvo por esto en atacarlos y lo hizo disparando un tiro y cargando a la bayoneta. El encarnizamiento fue terrible; duro quince minutos, despues de los cuales los que no murieron fueron forzados a huir, y se les perseguía sin tregua. Se escapara uno que otros.
Nuestra perdidas son sensibles, pero no en tanto numero como esperabamos, debido todo a haberlos cargado a la bayoneta, pues parapetados y con mampuesta hubieran conluido con nuestro ejercito.
El que mandaba esta fuerza es Schellinger, el que vino de Ministro de Walker, y aunque no se ha encontrado entre los muertos se tomará.
Con un ejercito como el que tengo se puede pelear y morir con gusto, pues no hay palabras bastantes para exagerar sus buenas calidades, su valor y sufrimientos en los trabajos.
Diga U. a mis amigos Francisco María y al Ministro Calvo que tengan esta por suya, pues no tengo tiempo de escribir a todos.
Soy de U. su afectisimo amigo S. S.
Juan R. Mora
( Boletín Oficial Pág. 389 )