sábado, 21 de enero de 2023

Un tribunal de Crimea condena a siete años de cárcel a una periodistas ucraniana

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RUSIA/UCRANIA | Un tribunal de Crimea condena a siete años de cárcel a una periodistas ucraniana

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Reporteros Sin Fronteras (RSF) condena la farsa de juicio que ha finalizado con la periodista ucraniana Iryna Danilovych condenada a siete años de prisión por un tribunal municipal de Feodosia, en el sudeste de Crimea, acusada de fabricar explosivos. Acosada por las autoridades rusas desde 2016, la periodista debe ser liberada de inmediato, tal y como exige RSF. 

Después de un juicio que comenzó el 22 de agosto y duró cuatro meses (con varias suspensiones), el tribunal decidió imponer la sentencia solicitada por la Fiscalía: siete años de cárcel y una multa de 50000 rublos (unos 650€).

«Este juicio por fabricación de explosivos recuerda al de Vladyslav Yesypenko y otros periodistas de Crimea, condenados por cargos similares», afirma Jeanne Cavelier, responsable del Área de Europa del Este y Asia Central de RSF. «Condenamos esta farsa de justicia al servicio de las autoridades rusas en su represión política en la península de Crimea desde que comenzó su ocupación en 2014. Irina Danilovych es una de las 9 periodistas de Crimea que se encuentran en prisiones rusas. Solicitamos su inmediata liberación».

Enfermera de profesión, Danilovych  ha sido acosada por las autoridades rusas desde 2016 en relación con su cobertura periodística de asuntos de salud pública, especialmente en plena pandemia de la Covid-19, cuando publicaba en redes sociales y realizaba coberturas para diferentes medios de comunicación, incluyendo Krym.Realii (la rama en Crimea de la emisora estadounidense Radio Free Europe/Radio Liberty).

Tras ser secuestrada por el Servicio Federal de Seguridad (FSB) ruso en una parada de bus a las afueras de Koktebel, un pequeño pueblo cercano a Feodosia, el 29 de abril, estuvo ilegalmente incomunicada en el sótano del cuartel general del FSB en Simferopol, la capital de Crimea, durante ocho días, durante los cuales su familia no supo nada de su paradero. Su abogado afirma que fue sometida a una gran presión psicológica y física durante esos días, tras los cuales ingresó en prisión judicial acusada de fabricar explosivos.

Danilovych nunca ha dejado de negar los cargos que se le imputan o de denunciar la violencia física que acompañó a su secuestro, además de la falta de atención médica. Su salud se ha convertido en motivo de preocupación debido a este último aspecto, y el juicio tuvo que ser suspendido unos días antes del veredicto después de que la periodista enfermase en la sala del tribunal.

La anexión de la península de Crimea por parte de Rusia ha tenido un impacto muy negativo en los periodistas locales, quienes han sido constantemente acosados por las fuerzas de ocupación, especialmente tras la invasión rusa de Ucrania el pasado mes de febrero. En una declaración final antes de que el tribunal dictara sentencia, Danilovych se refirió al destino de otras víctimas de desapariciones forzadas y concluyó: «el régimen totalitario no necesita a aquellos que cuentan la verdad abiertamente. Sus cárceles están llenas»

En septiembre, RSF presentó una denuncia junto con la Corte Penal Internacional y la oficina del fiscal general de Ucrania sobre la desaparición forzosa, la detención arbitraria y la denegación del derecho de Danilovych a un proceso justo.

Ucrania y Rusia ocupan los puestos 106 y 155, respectivamente, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2022 de RSF.

Tomado de Reporteros sin Fronteras. 





https://www.rsf-es.org/rusia-ucrania-un-tribunal-de-crimea-condena-a-siete-anos-de-carcel-a-una-periodistas-ucraniana/

domingo, 15 de enero de 2023

¡ Fuí, soy y seré !

 Carlos Revilla Maroto


 

             El próximo 15 de enero se cumple una efemérides muy importante. Se conmemoran 100 años del asesinato de Rosa Luxemburgo, que ocurrió en 1919 en Berlín. Siendo una de mis heroínas de los inicios de la socialdemocracia en Europa, no podía dejar pasar la fecha y rendirle un pequeño homenaje. Curiosamente en español hay algunas variaciones de su nombre, dado que también se le conoce como Rosa de Luxemburgo o Rosa Luxemburg, sin la o final como se escribe en alemán. Era conocida como la «Rosa Roja» o como la llamaba Lenin «El águila del proletariado».

Pero bueno, ¿y quien fue este personaje? se preguntará la mayoría de los lectores.
De una de mis pasadas columnas, donde les hablo sobre Luxemburgo y los inicios de la socialdemocracia, tomo el siguiente párrafo, para explicar la situación política de la izquierda a principios del siglo XX:
En los tiempo de la I Internacional, toda la izquierda estaba unida, es decir comunistas, socialistas y socialdemócratas, todos estaban juntos. El rompimiento vino a darse —entre otras razones— por el ingreso de Alemania a la primera guerra mundial, que fue apoyado por el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), del cual Rosa era militante. Fundó la Liga Espartaquista junto a su amigo Karl Liebknecht, que fue la predecesora del Partido Comunista Alemán (KPD). El 29 de diciembre de 1918, la Liga Espartaquista se separó del Partido Socialdemócrata, por el cual Liebknecht había sido miembro del Parlamento, y fue creado el KPD, sellando la división de la izquierda alemana. De esta división vino la disolución de la I Internacional y la posterior creación de la II Internacional, actual Internacional Socialista, de la cual Liberación Nacional es miembro. Posteriormente los comunistas también hicieron la III Internacional que fue conocida como Comintern.
Por lo anterior es que en algunos contextos, al referirse a Luxemburgo se habla también que era socialdemócrata y no comunista. Ciertamente la socialdemocracia tiene raíces marxistas. Eso si, no hay que confundirse, estoy hablando de finales del siglo XIX y principios del XX. Como sabemos todo cambio con el marxismo-leninismo y Rusia, pero eso ya es otra historia. Solo como dato histórico, la socialdemocracia rompió definitivamente con el marxismo a finales de los años 50s del siglo pasado, en Bad Godesberg, una ciudad en aquel entonces de Alemania Federal, lugar donde se llevó a cabo un congreso del SPD.
Veamos un poco sobre su vida:
Rosa era Doctora en economía política, polaca, nacionalizada alemana para no correr el riesgo de ser extraditada. Mujer de estatura pequeña y de salud frágil, consagró su vida a la educación política a través de artículos de prensa, talleres de economía, libros e impresionantes discursos. Uno de sus libros clásicos es “¿Reforma o revolución?” donde hace una crítica del revisionismo de Bernstein. Entre 1908 y 1914 escribió sus obras más importantes: “La acumulación de capital” e “Introducción a la economía política“. Se casó en secreto con León Jogiches, socialista, judío y polaco como ella.
Sobre las acontecimientos de su muerte, se puede decir que en aquellos días inmediatamente posteriores a la I Guerra Mundial, había sido derrocado el último Káiser, los socialdemócratas se encontraban ante la encrucijada de un pacto con la derecha o el modelo ruso, y los soldados derrotados andaban sueltos y desorientados.
Como ya dije, Rosa fue asesinada el 15 de enero de 1919, durante la frustrada revolución de ese año en Berlín, aun cuando este levantamiento tuvo lugar en contra de sus consejos. La revuelta fue sofocada con la intervención del ejército y la actuación de los freikorps o «cuerpos libres» (grupos de paramilitares reclutados por el gobierno entre los combatientes recién desmovilizados de la Primera Guerra Mundial), en colaboración con el sector mayoritario del partido socialdemócrata. A su término, cientos de personas, entre ellas Rosa, fueron encarceladas, torturadas y asesinadas por dichos grupos. Pocas horas antes también habían matado a su compañero Liebknecht, líder del recién fundado KPD. Paradójicamente ambos asesinatos fueron perpetrados por la milicia al servicio del primer gobierno socialdemócrata de Alemania, con Friedrich Ebert a la cabeza, que fue el primer presidente de la República de Weimar. El amigo en común de ambos, el eminente intelectual Franz Mehring, no se explicaba cómo Luxemburgo y Liebknecht, dos pacifistas que habían incluso ido a la cárcel por serlo, podían haber sido involucrados en una guerra civil.
El antagonismo de Rosa con Lenin fue muy marcado y notorio, esto a pesar que él admitió que su trabajo fue una “lección muy útil”. Sobre estas diferencias, hay una frase que resume su crítica a Lenin y el partido comunista ruso “La libertad sólo para los que apoyan al gobierno, sólo para los miembros de un partido (por numeroso que éste sea) no es libertad en absoluto. La libertad es siempre y exclusivamente libertad para el que piensa de manera diferente”. En 1931, Stalin se pronunció en contra de sus escritos, que dejaron de ser publicados en la vieja URSS durante más de 20 años.
Luxemburgo y Liebknecht fueron grandes compañeros de causa, como se dice popularmente hicieron «yunta», por eso ambos poseen una gran carga simbólica para el marxismo, especialmente en Alemania, y cada año, en Berlín, a mediados de enero, se celebra el día de Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, en recuerdo del asesinato de los dos dirigentes.
Concluyo con la frase de Rosa que da título a mi comlumna, que es de su famoso artículo “El orden reina en Berlín”, escrito la víspera de su asesinato, y que es con la cual termina:

¡Fui, soy y seré!