sábado, 7 de abril de 2012

Ya basta, los costarricenses estamos cansados.



         Tengo que volver a escribir sobre el tema, y es que esta semana ha sido de repetición del mismo, con otros agravantes, que se suman a la lista de los problemas nacionales relacionados con el abuso de parte de la clase política.

Parece que a pesar de las constantes quejas, por parte de los costarricenses, esa clase política no ha querido oir sus lamentos, y entonces se ha iniciado un gran movimiento, que reune no solo a los trabajadores costarricenses, sino a todos los costarricenses honestos simpatizantes de todos los partidos políticos, poniendo un alto a la situación.
Antes que nada y para continuar con el tema, olvidemos los géneros, el partidismo y las ideologías. Aquí no se trata de que fulano que es diputado de tal partido, o la presidenta que es de otro partido, o el magistrado que fue electo por sus amigos en la Asamblea, o los diputados de bancada contraria o partidaria del gobierno. Aquí todos somos costarricenses y juntos debemos iniciar el camino para la recuperación de honestidad en la función publica.
Un funcionario publico, desde el encargado de la limpieza hasta el ministro, los diputados, los magistrados y los presidentes están en la obligación, no solo constitucional, sino moral de llevar a cabo sus funciones conforme a la ética, y con el respeto de los ciudadanos, los cuales pueden pedir en cualquier momento una rendición de cuentas.
En la función publica no basta con ser honesto, también hay que demostrarlo, en otras palabras, en el momento de sospechas, de dudas de la integridad del funcionario, este debe ser apartado, y con el debido proceso investigado, para así determinar si esta o no rompiendo las leyes de la ética, o cometiendo o no algún delito en las funciones que ejecuta en la administración publica.
Diputados que se oponen a la ley del garrote, tienen propiedades declaradas con valores mucho menores a la realidad y lo peor de todo es que desde hace muchos años. Ministros y funcionarios que no han pagado sus impuestos en la forma que debe hacerlo, en virtud del buen ejemplo en sus funciones. Personas que participan en concursos públicos para ocupar puestos altos en la Caja del Seguro, que tienen deudas con la misma. Constructoras que participan en licitaciones con deudas en impuestos y con la misma Caja. El caso de los ex presidentes acusados por recibir dadivas importantes en dinero, acusados y juzgados con sentencias irrisorias. Narco-traficantes que llegan a los tribunales y salen impunes y abogados que los defienden y que en los juzgados no cuestionan de donde proviene el dinero con que se les paga esa defensa. Medios de comunicación colectiva, que hacen negocios fraudulentos para evitar el pago del fisco, como aquel que vendió una maquinaria y luego la alquilaba para sus impresiones, empresas cableras que eluden el pago real de los impuestos que corresponden, multinacionales de bebidas y alimentos que no pagan impuestos a pesar de los ingresos multibillonarios que tienen, supermercados con ventas diarias millonarias, que únicamente pagan lo que corresponde a un empleado medio de la misma empresa, y al que se los rebajan del salario mensualmente.
Costa Rica, esta en uno de esos momentos que necesita un cambio. Un retomar las bases históricas que nos hicieron antaño diferentes a los demás paises de Latinoamérica, donde la corrupción, la autocracia y las tiranías manejaban los rumbos de naciones perdidas, donde unos cuantos que llegaban al poder se enriquecían, dejando en la miseria a los demás, los cuales no les importaban, llevándose sus capitales fuera de las naciones, para el momento en que tuvieran que abandonarlas. Ese panorama triste de los primeros años del siglo pasado, y que aparentemente no llegaba a nuestros lares, ha contaminado a los costarricenses, lo peor de todo, es que es nuestra juventud la que esta practicando esas malas artes, la nueva clase política costarricense esta podrida, putrefacta, dañada, con la mentalidad de que las riquezas se logran sin importar los medios, ni a las personas que se dañe. Utilizan el poder político para hacer sus negocios, trafican con influencias políticas, ubican a sus familiares en el sistema, para continuar con ellos. Primos, tíos, sobrinos, son los llamados a ocupar los puestos, si se van ahí quedan ellos para continuar.
Muchos funcionarios públicos hacen la diferencia, no se prestan a esos abusos, pero cuando los corruptos se dan cuenta de ello, inician el acoso laboral, lo envían al destierro, lo cambian de puesto, para así decirle que saben que no es de su equipo, que no le quieren en el y que lo pueden echar de la función pública cuando quieran. Los honestos, ajustados a la ética y la moralidad, se ven desplazados por los compinches, por los arribistas y zalameros, por los que si quieren participar en los negocios oscuros de la corrupción.
No se trata de un partido político en específico, es una cuestión general, se encuentra en todos y lo que es mas grave, cuando llegan al poder, hacen lo mismo que todos, olvidándose de por que llegaron ahí, a quienes tienen que rendir cuentas.
Un ex diputado que un viernes santo usa sus influencias para sacar el auto de una amiga, quien había transgredido las leyes del tránsito, eso únicamente es por tráfico de influencias.
Un ex candidato a presidente, diputado actual, con una esposa ex diputada, de oposición y no voy a decir que es el menos malo, que tiene 10 propiedades subvaloradas y no ha hecho nada por regular la situación, ¿ con que ejemplo nos puede llegar a decir que el puede oponerse al muerto paquete tributario ?.
Un diputado cristiano, que debe ser justo, tiene la desfachatez de decir " Yo siempre he tratado de estar en orden con mis cosas y en este caso es lo mismo. Yo no le digo que voy a actualizar todo este mes, ni el mes que sigue, pero sí pagaré en el tiempo de Dios ". Se le olvidaron las palabras bíblicas, Dad al César lo que es de César y a Dios lo que es de Dios.
Otro ex candidato a la presidencia de la República, de la zona sur, tiene varias propiedades por arreglar, ha dicho: " En el 2008, hicimos una modificación e hicimos un enredo de los lotes, uno lo valoramos y el otro no. Debía haber sido al revés ".
El jefe de los diputados del partido de gobierno dijo " Esa es la finca de mi mamá. Donde vivo ahora, prefiero no decir a nombre de qué sociedad está inscrita, es mi privacidad ".
Como pueden ver los lectores, se trata de un mal general, esta metido dentro de nuestra sociedad, y veamos los casos mas lamentables:
Cuando los vecinos callan ante la presencia de los narco-traficantes, por el temor a las represalias de estos, y olvidan que es precisamente con la denuncia, la única manera en que se pueden erradicar de su barrios y comunidades a esas personas. Las casas son alquiladas, su propietarios únicamente tienen interés en recibir el dinero, pero no se preocupan por conocer, saber quienes van a ser sus inquilinos, que pueden llevar a sus barrios, cuales son las conductas de los mismos, para evitar que los vecinos sean perjudicados con su presencia.
Cuando en los vecindarios, se compran las cosas que fueron robadas a los mismos vecinos, de oportunidad por su valor, pero que pertenecían a otras personas, con la probabilidad de que un día, el vecino ofendido llegue a su casa y le haga pasar una vergüenza diciéndole que eso le pertenece, que le fue robado por un delincuente.
El mal de Costa Rica es muy fácil de dictaminar : se perdieron los valores, se perdieron los principios morales y éticos, ya no se respeta a nada ni a nadie, con tal de llegar a tener sin importar de que medios se valen para ello.
Si usted se considera diferente, denuncie, levante su voz y diga lo que esta sucediendo, únase al movimiento por la decencia y por la honestidad. Sea orgullosamente costarricense, como lo fueron nuestros héroes, como lo fueron nuestros abuelos y padres, que se levantaron en un momento histórico, para darnos una patria libre, honesta y democrática, donde los ciudadanos se respetaban entre ellos y la fraternidad y solidaridad eran las armas que llevaban hacia la armonía, cuando no existían las rejas, cuando no se cerraban las puertas, cuando los vecinos eran más que eso, eran parte de la familia, no por su nexo sanguíneo sino por su fraternidad y amistad.
Costa Rica necesita un cambio ya.

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